La ley del deseo ¿Cuáles son los estímulos que más nos excitan?
Según una encuesta exclusiva de Dympanel para Quo, el 44% de los españoles cree que el tacto es el sentido más estimulante, y el 13% incluye en sus fantasías el sexo anal. Además, hacer el amor frente a un espejo o masturbarse ante la pareja pueden aumentar la excitación.
Según una encuesta exclusiva realizada para Quo por Dympanel, sólo al 1% de los españoles les resultan excitantes los ligueros y apenas el 3% cree que son eróticos los biquinis. Y es que, aunque este tipo de complementos se han considerado siempre como los más sugerentes, son la ropa interior (35%) y las prendas ajustadas (18%) las que más despiertan nuestro deseo sexual
La ley del deseo: Pero, ¿qué es exactamente la excitación sexual? Según explica Miguel Ángel Cueto, psicólogo del centro Cepteco, de León, «se trata de una respuesta de activación fisiológica desencadenada por el deseo, que va unida a una sensación subjetiva de placer». Consecuencia de la estimulación sexual -que puede proceder del cuerpo, de la imaginación o bien de una combinación de ambos- se puede hablar de dos niveles de excitación, íntimamente unidos:
- Fisiológica: Incluye todas las sensaciones físicas, como, por ejemplo, la erección del pene en el hombre o del clítoris y los pezones en la mujer.
- Psicológica: Abarca los pensamientos, fantasías e imágenes eróticas. «Para que se pueda producir la respuesta sexual, el cerebro debe integrar éstos con las señales procedentes de nuestro cuerpo que se transmiten a través del sistema nervioso», aclara Miguel Ángel Cueto.
La ley del deseo. Cuestión de edad
En todo caso, la excitación varía según las personas: hay quien se erotiza con sólo sentirse deseado y quien necesita otros estímulos -fantasías, música…-. Además, existen otros factores que influyen en que cada individuo perciba el placer de distinta manera:
- Cultura. Aunque la mayoría de las sociedades coinciden en que la limpieza del cuerpo es fundamental para la excitación sexual, existen diferencias entre ellas. Por ejemplo, los chinos tienen un fuerte fetichismo hacia los pies pequeños y los ménage à trois, según aparece reflejado en multitud de obras de arte. También en Oriente se siente veneración por un clítoris grande. Asimismo, en muchas tribus brasileñas las mujeres consideran muy excitantes a los hombres que carecen de vello corporal.
- Sexo. En general, el hombre es más genital y la mujer más afectiva. «El modelo masculino tiende a reprimir conductas afectivas por considerarlas poco viriles, mientras que la excitación femenina ha utilizado más modelos sensuales -centrados en lo emocional-. En la experiencia de excitación subjetiva, las mujeres procesan más estímulos situacionales, mientras que los hombres asimilan más las sensaciones físicas y son más directos; por ello, se excitan más rápidamente», asegura Miguel Ángel Cueto.
- Edad. Los datos de Dympanel revelan las diferencias entre unas generaciones y otras. Así, por ejemplo, las personas de 18 a 25 años se muestran más abiertas que las de 25 años en adelante hacia las relaciones fuera de la pareja (22%), los tríos o grupos (19%), el sexo anal (16%), el voyeurismo (14%) y el exhibicionismo (6%). En cambio, a las personas mayores de 45 años les atraen más que a las jóvenes las relaciones homosexuales y las sadomasoquistas. Asimismo, les excita más la lencería de cama (5%), como los picardías y camisones, algo que llama la atención a menos del 1% de la gente joven. Dentro de los que se sienten atraídos, estos últimos se ponen a cien con un body (4%) o un tanga (3%), mientras que los más mayores se vuelven locos por unas bragas (7%) o un sujetador (5%). Además, a las personas jóvenes, la parte del cuerpo que más les excita son las nalgas (29%), mientras que a las de más de 45 años les resulta más erótico el pecho (27%).
- Personalidad. Según explica Carme Sánchez, «las personas que se dan a todo tipo de placeres -comida, bebida…-, también son sibaritas en el sexo y se excitan más con él. En cambio, quienes no disfrutan con los estímulos cotidianos tampoco lo suelen hacer con los sexuales».
- Situación. Según afirma el sexólogo estadounidense Jack Morin en su libro The erotic mind, el miedo y el sentimiento de culpa tienen la capacidad de erotizar. En su opinión, la fórmula perfecta de la excitación es la suma de la atracción más un obstáculo para lograr lo deseado. «Practicar sexo en un lugar donde nos pueden ver provoca ansiedad, que produce sensaciones similares a las de la excitación sexual -aumento del pulso, del flujo sanguíneo…-«, explica Carme Sánchez. En cuanto a lo prohibido, «dispara el placer porque los humanos disfrutamos cuando hacemos algo que no está permitido», apunta la sexóloga Esther Pérez. De hecho, las relaciones fuera de la pareja son la conducta sexual que más gustaría practicar a los españoles -en concreto, al 17%-, seguida del sexo anal (13%).
La ley del deseo: Ese oscuro objeto de deseo
Pero, cuando la excitación se supedita a la fantasía recurrente de una experiencia sexual poco común y sólo se logra placer de este modo, estamos ante las llamadas parafilias -sadomasoquismo, fetichismo, pedofilia…-. Según explica la psicóloga Carme Sánchez, «usar algunas en versión suavizada puede dar más variedad a las relaciones pero, cuando se convierten en una obsesión, empobrecen la sexualidad y pueden interferir en la vida cotidiana».
Según explica la sexóloga estadounidense Beverly Engel en «Sensual Sex», gracias a los cinco sentidos podemos conectar con nuestra pareja de forma más erótica.
Oído
- Por qué nos excita: Es pura cuestión psicológica, aunque sólo el 2% de los españoles lo considera estimulante. En la mujer juega un papel más importante que en el hombre -3% frente a 1%-.
- Cómo utilizarlo: Expresa sonoramente el ritmo de la respiración y concéntrate en los gemidos de tu pareja. Te ayudará a conectar más estrechamente con tu cuerpo y el suyo.
Tacto
- Por qué nos excita: Es el sentido por el que más se excitan los españoles (44%), «ya que el contacto estimula los receptores táctiles de presión, calor… que transmiten al cerebro sensaciones de placer», explica José Luis Castillo. A la mujer le erotiza más que al hombre -45% frente a 43%- al igual que a los jóvenes de hasta 25 años (50%).
- Cómo utilizarlo: Cierra los ojos y siente las diferentes texturas -piel de tu pareja, sábanas…-, formas -genitales, pecho…-, temperatura -zonas que están más calientes que otras, como los genitales o la boca, un cubito de hielo, el aliento…- que haya a tu alrededor. Experimenta distintos tipos de caricias: con las uñas, con los dedos…
Gusto
- Por qué nos excita: El 6% de los españoles se excita con este sentido, sobre todo el hombre (7%). Afecta a nuestra sexualidad, porque va unido al olfato. Los higos, fresas…-por su forma erótica y su jugo-, así como el marisco -cuyo olor, textura y sabor evoca al de los genitales-, son alimentos sensuales.
- Cómo utilizarlo: Disfruta del gusto que tienen las diferentes partes del cuerpo. Experimenta chupando, lamiendo y mordiendo. Usa un lubricante comestible: chocolate, miel… Otra idea es coger frutas eróticas y pasarlas de tu boca a la de tu pareja.
Vista
- Por qué nos excita: Es el segundo sentido que más nos estimula (31%), especialmente a los varones -un 36% frente a un 26% de las mujeres-. Observar los gestos de la pareja es muy estimulante, ya que verla excitada nos hace sentirnos capaces de dar placer». También hay otros estímulos visuales que resultan eróticos, como la iluminación tenue o un ambiente con tonos cálidos -naranjas, rojos…
- Cómo utilizarlo: Cambia de iluminación utilizando velas, bombillas de distintos colores o pañuelos sobre las lámparas. Coloca un espejo para reflejarte mientras haces el amor.
Olfato
- Por qué nos excita: La mujer produce en la secreción vaginal una sustancia llamada copulina que provoca un aumento de testosterona del 150% en el hombre cuando la huele. También las feromonas, unas sustancias segregadas a través del sudor, parecen influir en la excitación. Aun así, sólo un 3% de los españoles se excita a través de este sentido y la mujer (4%) lo hace más que el hombre (2%), pues su olfato es más fino, sobre todo durante la menstruación.
- Cómo utilizarlo: Incluye en los juegos de pareja aceites para masaje o ambientadores de pachuli, jazmín, hisopo, almizcle, rosa, pino, sándalo…
Según se desprende de la encuesta de Quo, existen ciertas prácticas sexuales que a los españoles les excitaría llevar a cabo:
La ley del deseo: Posturas diferentes
- Por qué nos excitan: Permiten experimentar todos los matices de nuestra naturaleza sexual -masculina, femenina, dominante, sumisa…-.
- Cómo utilizarlas: Son más excitantes las posturas que permiten establecer una amplia superficie de contacto corporal. Por ejemplo, con la mujer tumbada de espaldas sobre el hombre, se estimula intensamente el punto G y ella puede ejercer placenteras contracciones en torno al pene. La excitación aumentará si en un mismo coito se varía de ritmo, postura, profundidad de penetración y ángulos de empuje.
Sexo anal
- Por qué nos excita: Porque el ano posee muchas terminaciones nerviosas sensibles y, además, el sexo anal «es una conducta no habitual, ya que tenemos aprendido que lo normal es la penetración pene-vagina», comenta José Luis Castillo. De hecho, es la actividad que más les gustaría practicar a las personas solteras (18%), sobre todo a los hombres -17% frente al 10% de las mujeres-.
- Cómo utilizarlo: Es útil para salir de la rutina. Resulta muy excitante si con el dedo o con el pene se cosquillea el borde del ano y se aprieta el esfínter anal a la vez que se inspira.
Relaciones en grupo
- Por qué nos excita: «Apelan a nuestros instintos más primitivos, ya que nuestra tendencia innata es la copulación con distintas parejas, aunque la sociedad haya inventado la monogamia», comenta José Luis Castillo. Es la segunda actividad que más les gustaría practicar a los hombres (18%), sobre todo a los más jóvenes y a los solteros. Pero sólo es deseada por el 2% de las mujeres.
- Cómo utilizarlo: Incentivará el placer variar de grupo o de situación, hacer jueguecitos como el de las prendas, cambiar de ropa…
Sadomasoquismo
- Por qué nos excita: Practicado como juego, arañar, pellizcar, atar a la cama… puede ser excitante tanto para quien es activo como para quien es pasivo, porque el placer y el dolor están muy unidos, tanto a nivel físico como psicológico y una pequeña incursión en la otra parte puede resultar apetecible. No obstante, no llega al 1% el porcentaje de españoles atraídos por esta práctica.
- Cómo utilizarlo: Se pueden invertir los papeles o cambiar de zonas del cuerpo, en vez de ‘trabajar’ siempre las mismas.
Voyerismo/Exhibicionismo
- Por qué nos excita: Ver a la pareja masturbarse o viceversa, así como los ‘striptease’ en la intimidad favorecen la aparición del deseo. «La masturbación ha sido siempre el ‘pecado solitario’ y compartirlo tiene su morbo», comenta José Luis Castillo. En concreto, al 11% de los españoles -sobre todo a los más jóvenes- les gustaría presenciar relaciones sexuales de otras personas. Aunque sólo el 6% desearía practicar el exhibicionismo.
- Cómo utilizarlo: Podemos contribuir al aumento de la excitación invitando a la otra persona a participar en la caricia genital. Además, esta práctica fortalece lazos de intimidad en la pareja.
Según Esther Pérez, sexóloga del centro Biko Arloak de Bilbao, las partes del cuerpo como estímulos eróticos cambian con las modas e incitan al deseo por distintos motivos:
Nalgas
Apelan a nuestros instintos animales -hacen pensar en la cópula trasera-. Es la parte que resulta más erótica para las personas jóvenes de hasta 25 años.
Piernas
A principios de siglo excitaba la visión de un tobillo, pero la moda ha impuesto medidas más cortas. «Excitan por imaginar qué hay más allá de ellas», comenta Esther Pérez.
Boca
Los labios carnosos son un fuerte estímulo erótico, «especialmente para el hombre, que los identifica con una mejor capacidad para besar y practicar el sexo oral», afirma la psicóloga Carmen Sánchez.
Genitales
Se ven poco excitantes porque se consideran feos. Aquí influye mucho la moral: se valora como una zona prohibida y sucia, pues es por donde salen las excreciones.
Manos
Denotan el carácter de la persona -sucias, cálidas, abiertas…-. Las mujeres se fijan más en esta zona porque piensan en las manos que les acariciarán y las identifican con protección.
Cara
«Es el principal comunicador no verbal: con nuestras expresiones mandamos mensajes. Así, una mirada provocativa puede dar a entender que se desea un contacto íntimo».
Hombros/Espalda
Son zonas de acceso a otras simbólicas: de los hombros se llega al pecho y de la espalda, al culo. Las mujeres se fijan más porque simbolizan fortaleza.
Pecho
Los femeninos son un estímulo por su contenido simbólico: es la primera visión que tienen los bebés y representan alimento, cariño… «En cuanto al torso masculino, las mujeres se fijan en él por mimetismo», añade Pérez.
Nuca
Se trata de una zona muy erógena porque suele permanecer oculta, es de las menos sometidas a roce y de las más receptivas. Mientras que los jóvenes de hasta 25 años la encuentran muy erótica (13%), a las personas de más edad apenas les excita (2%).
Vientre/Cintura
Una cintura estrecha resalta el trasero. Atrae más a los hombres porque inconscientemente piensan que una mujer con caderas anchas será mejor madre.
octubre 19, 2015 at 16:51
Hola Todo Ocio,me encanta vuestra revista,la encuentro útil y agradable para pasar un buen rato.
Me gustaría que vuestra psicóloga contestase a mi pregunta ya que me angustia un poco el problema que tengo.
Pregunta:Me gusta el sexo y disfruto mucho cuando me acuesto con mi novio, pero me niego a quitarme la ropa. De hecho, ningún hombre me ha visto desnuda. Tengo un cuerpo bonito, pero me horroriza mostrarlo. ¿Cómo puedo superar esta situación?
octubre 19, 2015 at 17:16
– Generalmente, cuando alguien está inseguro de su cuerpo es porque otra persona le ha hecho avergonzarse de él. O quizás, sencillamente, nadie lo ha elogiado ni apreciado. Sea cual sea la razón, intenta sentirte orgullosa de lo que tienes. Si no haces gimnasia, inicia un programa de ejercicios para aumentar tu fuerza y flexibilidad. Procura pasearte sin ropa por tu casa para sentirte cómoda contigo misma. Luego, sal y comprate un camisón transparente y observa cómo a tu chico le complace mirarte. Comparte la ducha con tu novio y pídele que te dé un masaje para que el hecho de estar desnuda tenga un propósito que vaya más allá de lo sexual. Estoy segura de que pronto empezarás a disfrutar de la desnudez… y dejarás que él también lo haga.
Gracias a ti Belen
octubre 19, 2015 at 16:56
Sos Todo ocio
– Después de tres años de relación, mi novio se ha ido sin más. No contesta al teléfono ni los e-mail y finge que no está en casa cuando llamo a su puerta. Llevo semanas llorando pero sigo sin saber por qué me ha dejado. Si no hablo con él no podré pasar página nunca…
Gracias de antemano a todo vuestro equipo.
octubre 19, 2015 at 17:12
Algunas personas tienden a cerrar los ojos ante lo que no quieren ver. Quizás el problema llevaba tiempo fraguándose y tú no querías ver las señales. O quizás ocurrió algo concreto, como que él conoció a otra persona. Pero, ¿qué más da la razón por la que rompió contigo? Al hacerlo de una forma tan cobarde y cruel ha demostrado que es un impresentable. En lugar de sentirte triste deberías estar furiosa. Y, créeme, la ira es más fácil de superar que el dolor. Escríbele una carta diciéndole lo insensible, traicionero y cobarde que es. Ni siquiera necesitas enviarla. Bastará con que pongas por escrito tus sentimientos para que puedas empezar a pensar con más calma, aunque la carta nunca llegue a manos de tu ex novio. Será como un punto final. Luego, agradece a tu buena estrella el haberte librado de ese individuo. Te mereces a alguien mejor.
Gracias a ti Silvana